domingo, 18 de noviembre de 2007

¿Nos darán los estudios un éxito social?

Para empezar, decir que los estudios son un tiempo que invertimos en nuestra vida para mejorar nuestra inteligencia. También hay que comentar que el éxito social tiene que ver con la facultad de cada individuo para integrarse. Pero, ¿realmente nos darán los estudios un mejor éxito social?

En mi opinión, los estudios son grandes ayudas para tener un mejor conocimiento del mundo o de algún factor concreto. Nos pueden servir tanto social como culturalmente ya que nuestro cerebro o la inteligencia se desarrollan con mayor facilidad conforme más aprendemos, así que me decanto por afirmar que los estudios son un gran paso hacia el éxito social, aunque los tengamos que compartir con el tiempo que debemos dedicar a la vida personal.

Por otro lado, mucha gente cree que los estudios no sirven para nada o al menos no tanto como relacionarse. Una persona puede ser inteligente e ir muy bien con los estudios pero en cambio no saber relacionarse con otros y por tanto toda esa inteligencia no sirve de nada porque no saben comunicarse o expresarse. Por ejemplo, dos personas van a pedir trabajo, una tiene un alto nivel de inteligencia pero no consigue relacionarse o expresarse debidamente, mientras que la otra es muy sociable. Si les hacen una entrevista, elegirán al que sea listo/a, pero también a aquel/lla que sepa vender una imagen laboral y por lo tanto el segundo tiene más posibilidades.

En cambio, hay otros que defienden mi pensamiento, ya que si eres inteligente gracias a esos estudios también habrás aprendido a relacionarte o en algún momento de tu vida habrás ''estudiado'' como relacionarte y conseguir un mayor éxito juntando estos dos factores, porque el éxito social no depende más que de la sabiduría y el conocimiento tanto teórico como práctico a la hora de comunicarse. Cuanto más conocimientos más formas de comunicarse y expresarse, aunque como siempre, hay excepciones.

En definitiva, los estudios son un gran paso para que todos tengamos una vida social completa, pero no hay que olvidar la personalidad de cada humano frente a las distintas situaciones.

viernes, 9 de noviembre de 2007

¿Como relacionaríamos la felicidad con el placer?

En principio, ¿qué es la felicidad?,¿y el placer?
Por un lado tenemos una definición técnica de felicidad como ese estado del ánimo que se complace en la posesión de un bien, material o no. Por el otro, el placer como aquello que agrada o da gusto, y también da goce o disfrute espiritual.
Si bien estas soluciones son válidas en términos literarios, lo son también para explicar que cada una de ellas puede ser una virtud o una vileza.
Yo me pregunto, ¿cómo sabemos si sentimos felicidad o placer?

Empezar por afirmar que todo ello son sensaciones o emociones que nos vienen dadas por un alma o por el mismo cuerpo, las cuales no podemos controlar completamente. Sabemos que somos felices cuando una serie de condiciones nos dan alegria, o que sentimos placer cuando algo nos deleita sin necesidad de hacernos reír o felices, ya que la felicidad se atribuye a unos factores generales y el placer a unos concretos. Por ejemplo, podemos estar felices por ver a una persona querida o cuando un examen nos sale bien, estamos contentos, pero aún así no sentiremos el mismo placer que cuando logramos algo o se nos reconoce una virtud.
Hay quien dice que hay que estar feliz antes de sentir placer, que ambos son similares. Son definiciones en las que, por ejemplo, un aumento de sueldo no se explicaría, porque podemos estar felices por ese aumento pero no sentir placer a nivel emocional ni físico como lo sentiríamos con el sexo. Y por el contrario, podemos sentir ese placer con el sexo pero no ser felices al lado de la persona con quien consumamos.
Muchos otros comentan que realmente esas sensaciones van separadas y sólo son dos sentimientos aislados aunque no sean antónimos. Felicidad y tristeza pueden ser distintos pero van ligados, así como placer y aburrimiento, y aún así podemos relacionar placer con felicidad y aburrimiento con tristeza, pero sería el mismo caso ya que son términos más o menos independientes.

En conclusión, la felicidad es algo más global, aquello que siempre tenemos aunque no lo asimilemos, mientras que el placer es aquello que queremos alcanzar y que puede estar dado o no por momentos o situaciones felices.

viernes, 2 de noviembre de 2007

¿Somos las personas seres programados?

Retrocediendo al pasado, las personas somos seres compuestos por un cuerpo y un alma, que se supone es la que nos distingue del resto de seres animados e inanimados. También hará falta definir el concepto de programa, ya que es toda aquella serie ordenada de operaciones necesarias para llevar a cabo un proyecto, y por tanto hechas con anticipación.
A mi parecer no, las personas somos seres que piensan y que actúan en consecuencia de lo que ocurre a su alrededor, y que se limitan a vivir sin saber qué les ocurrirá: simplemente somos entes independientes. Pero entonces me pregunto, en el caso de que estuviésemos programados, ¿realmente seríamos libres?, o ¿qué necesidad ha tenido ese ser superior para fabricar unos seres con alma?

Haciendo referencia la primera cuestión, los humanos no seríamos libres si estuviésemos programados, porque tendríamos a nivel moral un líder que nos ordena o nos ha ordenado qué hacer. Creo que somos mucho más que eso y que por ello no hay ningún ''gran programador'', solo un ser que nos ha creado y nos ha dejado a nuestras anchas, o quizás ni eso. Con esto podría quedar claro que las personas somos más perfectas que ese creador, pero seguramente no más inteligentes y por tanto hacemos lo mismo con las máquinas que ese ser desconocido con nuestra alma. Si en realidad a todos nos incorporan un alma nada más ser creados, ¿de qué sirve vivir una vida si todo va a estar programado? No existiría el concepto libertad ni la razón, porque en ese caso seríamos las máquinas, no seríamos el más alto eslabón de ninguna cadena. Podremos ser más perfectos que él, pero nunca libres. ''El Show de Truman'' es un buen ejemplo sobre este tema y refleja muy bien mis pensamientos.
En torno a la necesidad de ese ser superior al programarnos, decir que la misma que nosotros tenemos con las máquinas, ya que de algún modo le podemos estar sirviendo o simplemente somos un capricho muy perfecto.

En definitiva, decir que los humanos no somos seres programados porque sino no estaríamos sintiendo cada instante de nuestra vida tan intensamente, y por ello debo defender que cada uno tiene sus principios y no los de alguien superior a él/ella: somos libres.